domingo, 31 de enero de 2010

Todos miopes


Estamos en la época de la multiplicación de las pantallas, en un mundo pantalla en el que el cine no es más que una entre otras. Pero el ocaso de su centralidad institucional no equivale en absoluto al ocaso de su influencia cultural. Todo lo contrario. Es precisamente al perder su preeminencia cuando el cine aumenta su influencia global, imponiéndose como cinematografización del mundo, concepción pantalla del mundo resultado de combinar el gran espectáculo, los famosos y el entretenimiento. El individuo de las sociedades modernas acaba viendo el mundo como si éste fuera cine, ya que el cine crea gafas inconscientes con las cuales aquél ve o vive la realidad. El cine se ha convertido en educador de una mirada global que llega a las esferas más diversas de la vida contemporánea.