Tom Tykwer y sus banqueros tenebrosos
CARLOS BOYERO 06/02/2009
Han elegido para la inauguración de la Berlinale The international, una película que habla con aceptable lucidez de los auténticos malos, de los que siempre disponen de escandalosos privilegios a costa de lo que sea, de los reyes de un sistema hecho a su medida y en el que los poderosos lacayos se encargan de hacerlo invulnerable. O sea, habla de los banqueros, de los que tendrán permanentemente a la gente endeudada con ellos y que fabrican un código regido exclusivamente por un término denominado ganancias.
La dirige el alemán Tom Tykwer, señor que comenzó moviéndose en el prestigioso underground y que ha acabado en el mundo de las superproducciones con pretensiones de mensaje, como El perfume o The international, película deudora en la forma y en el fondo de la triunfante saga que protagoniza Jason Bourne. Por tanto, hay multitud de escenarios, una trama de acción y de intriga obsesionada con que el ritmo no decaiga ni un instante, personajes solitarios enfrentados a una corrupción apocalíptica, conclusiones desoladoras sobre la metodología siniestra y la ausencia de reglas morales de los que dirigen el gran tinglado.
Nada resulta sorprendente en ella, pero está bien contada la investigación de un aterrorizado policía de la Interpol cuya especialidad son los delitos financieros y que se introduce en las sombrías actividades de un modélico banco de Luxemburgo dedicado al blanqueo de dinero y al tráfico de armas sin discriminaciones ideológicas. The international también puede presumir de una larga y frenética secuencia que recrea una batalla entre asesinos profesionales en un lugar tan impensable como el Museo Guggenheim de Nueva York. Es un producto deliberadamente comercial, resuelto con soltura, ambientado con mimo y que no se permite la irresponsabilidad o la trampa de concluir con el triunfo de la justicia y la legalidad. Hasta el más tonto sabe que las administran los villanos, pero las ficciones siguen empeñadas en hacer grandes taquillas tranquilizando al público con el improbable fracaso del mal.
1 comentario:
¡SIGO VIVO! xD
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