Pocos planos me han impactado tanto como éste.
Una metáfora de la incomunicación y la incomprensión realmente impresionante.
Jaime Rosales tiene varias cosas que admiro: que sea capaz de hacer un cine inteligente pero sin caer en elitismos, que estilisticamente siempre intente innovar y que lo haga con tanta facilidad y por último que sea un hombre normal, me explico, él antes de darse a conocer era un hombre corriente, trabajaba (trabaja?) en la publicidad si no recuerdo mal, y mediante esfuerzo y buenas ideas a logrado que su trabajo sea reconocido.
En Jaime Rosales creo ver plasmada la idea de la "revolución del día a día" o como un hombre normal, con una vida normal, pero con mucha inquietud y la cabeza muy bien amueblada puede llegar a ganarse un puesto en la escena cinematográfica española sin hacer mucho ruido.
Creo que todos tenemos la responsabilidad de llevar a cabo esta revolución del día a día a través de nuestra creatividad. Sino estamos muertos. Y ya de paso como dijo Refused: Art as a real threat.
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