jueves, 29 de mayo de 2008

Ideologías

Artículo de Fernando Savater, "Regreso al futuro"


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En Italia acaba de aparecer un librito de menos de 90 páginas que, a contra corriente, expresa nostalgia por la vocación ideológica perdida: La tenaglia (Laterza, 2008). Lo firma Natalino Irti, catedrático de Teoría del Derecho de la Universidad La Sapienza de Roma. La tesis del profesor Irti, expuesta con noble contundencia panfletaria, es que las ideologías -con sus excesos y dogmatismos- eran modelos de filosofía política en acción y con vocación práctica de transformar o al menos orientar la convivencia futura de la sociedad. Su desaparición (su proscripción, diríamos más bien) ha dejado el campo político libre al puro y simple pragmatismo, con su lenguaje del día a día que olvida sin escrúpulo los lazos del hoy con el ayer y sobre todo con el mañana. "El lenguaje político -afirma Irti- se hace él mismopragmático y meramente diario: declaraciones, entrevistas, desmentidos, arrepentimientos, abandonos, regresos. Ninguna dirección, ningún hacia dónde que vincule en el tiempo la voluntad y sea explicado y propuesto a los electores".

Borradas las ideologías, que siempre tenían conciencia histórica, el pragmatismo sólo recuerda del pasado lo que en cada momento conviene y sobre todo no se compromete a diseñar ningún perfil de futuro. Cuando llegue mañana, ya veremos cómo nos las arreglamos... Perdido así su horizonte de proyectos, la política se encuentra atrapada por la tenaza que da título al ensayo de Irti: entre economía y religión, es decir, entre tecnocracia y clerocracia. Sólo la Bolsa y la Iglesia se atreven a brindar certezas incontrovertibles, que abruman con sus exigencias a los gobernantes relativistas mientras se ofrecen como única referencia fundada a los ciudadanos. El triste sino del pragmatismo posmoderno es que ha difuminado la verdad pero no se ha librado de los dogmas...
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